Sobre la pobreza 2023 en el Perú
mayo 19, 2024
Por: Rodolfo Mendoza
Las cifras actualizadas sobre Pobreza Monetaria 2023 emitidas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la semana pasada, motivaron la reacción de la Presidenta de la República de intentar ocultarlas para evitar dar malas noticias a la población peruana.
En efecto, la pobreza monetaria total, la que alcanza a las personas que viven en hogares que no pueden cubrir el costo de la Canasta Básica de Consumo (alimentos y no alimentos), llegó al 29.0% cifra que en valores absolutos alcanza a aproximadamente 9´780,000 personas, poco menos de la tercera parte de la población nacional.
Su evolución respecto a los últimos años, desde la prepandemia, ha sido brutal. En el año 2019 la cifra de la pobreza total alcanzaba al 20.2% de la población, en el 2023 se ha incrementado en 8.8 puntos porcentuales equivalentes a más de 3´290,000 personas adicionales. Las cifras de este periodo vienen rompiendo el cierto estancamiento de la pobreza en alrededor del 20% de los años previos. Desde la pandemia la tendencia es al crecimiento, excepto el año 2021 como reacción al alza de 10 puntos del año 2020.
Varios factores vienen generando el incremento de la pobreza en la población: las tendencias inflacionarias, especialmente de los alimentos, los efectos de los fenómenos naturales como el ciclón Yaku, el fenómeno de El Niño, las crisis externas que afectan los precios de las importaciones, entre otras.
Sin embargo, también hay causas que han afectado los niveles de inversión y con ello, del empleo, los ingresos y los salarios. Son las que están referidas al mal manejo del gobierno de la crisis política y social que estamos viviendo en los últimos años, la inestabilidad en la gestión pública, el conflicto entre los poderes del Estado, la pésima imagen de la democracia interna, sus efectos en las evaluaciones del riesgo de inversión, entre las principales.
El análisis de la data de la pobreza en el informe del INEI muestra que, entre los años 2019 y 2023, la pobreza urbana casi se ha duplicado, pasando del 14.6 al 26.4%; mientras que la pobreza rural, más bien ha bajado ligeramente, de 40.8 en el 2019 a 39.8% en el 2023. ¿qué pudo haber pasado para que se produzca esta desconcertante evolución de la pobreza, entre las áreas de residencia urbana y rural?
A modo de hipótesis me permito señalar que el gran problema de la pobreza urbana en el país es la falta de empleos adecuados, y con ello, de ingresos adecuados. Los grandes espacios donde se generan empleos están en las ciudades: el comercio informal, los servicios, las fábricas y grandes cadenas de comercialización, entre los principales. Es acá donde la mayoría de trabajadores no encuentra espacios formales de empleo. Los que lo encuentran, están sometidos a las “leyes del mercado”: contratos de trabajo a plazo determinado, restricciones para la sindicalización laboral, extensión de las horas de trabajo y abusos laborales que precarizan los empleos y las remuneraciones.
Adicionalmente, como contexto que da marco al funcionamiento de nuestras sociedades regionales, existen factores estructurales relacionados a una estructura productiva primario exportadora que no genera empleos suficientes y que básicamente exporta productos sin transformación, o con muy poca, que genera crecimiento económico, pero muy poco empleo adecuado.
El mantenimiento de las condiciones productivas y laborales de un amplio sector de la población dedicada a las actividades agrícolas de baja producción y productividad, en la sierra y selva peruanas, que a falta de políticas públicas adecuadas (a diferencia de actividades ligadas a la agro exportación), no logra emerger como motor para el despegue de la economía, ni para atraer empleos de calidad.
El poco apoyo y casi olvido de la promoción de las actividades industriales, abandonadas al libre mercado frente a la producción y competencia desleal en muchos casos, de productos importados, hacen poco competitiva la producción industrial.
De mantenerse tal cual, la situación de los sectores productivos aludidos, se generarán pocas oportunidades de cambio. Seguiremos como hasta ahora, a expensas de los precios de nuestros principales productos de exportación y de los vaivenes del mercado. Solo se generarán divisas, concentración de utilidades y empleos adecuados para reducidos grupos de población dejando abierta las puertas a la gran mayoría de peruanos, para entrar al gran mercado laboral informal.
Al respecto, las cifras de pobreza monetaria considerando esta variable, la del empleo informal, señala que: el 97% de los pobres extremos (los que no logran cubrir sus canastas de consumo de alimentos) son trabajadores informales; el 89.2% de los informales son pobres; el 83.8% de los vulnerables (no son pobres, pero están a punto, o entran y salen de la pobreza) tienen empleo informal y los no vulnerables, el 60.5% también son informales. Es decir, la informalidad en el empleo, es una característica que abarca a gran parte de nuestra población. Oficialmente, la población ocupada con empleo informal el año 2023 llegó al 71.1% cifra inferior a la del año anterior, 74.0%.
Finalmente es importante resaltar algunas cifras. La suma de la población en situación de pobreza, 29.0%, más la de la población no pobre, pero en situación de vulnerabilidad (31.4%), es significativamente considerable, ya que entre ambas se llega al 60.4% de la población nacional. Es decir que un poco más de 20 millones de peruanos, o son pobres, o están a punto de serlo, viviendo en la precariedad, inestabilidad, tal vez en extensas jornadas de trabajo, o en más de un empleo para no caer en la pobreza.
En su gran mayoría, como lo señalan las cifras oficiales, están concentrados en las ciudades, las mismas que evolucionan a ser espacios cada vez más complicados y difíciles, con características de agudización de las violencias, incremento de la inseguridad, aumento de la pobreza extrema, precariedad y marginación, y con crecientes manifestaciones de insatisfacción con las formas democráticas y las opciones de representación de gobierno, como lo señalan algunos medios que recogen la opinión sobre democracia de la población.