Perú debe suspender negociaciones sobre petróleo hasta tomar en cuenta derechos indígenas y contaminación
julio 15, 2017
GINEBRA (13 julio 2017) – El Gobierno de Perú debe suspender las negociaciones sobre un nuevo contrato de explotación de una de las áreas petroleras más ricas del país hasta que los derechos de los pueblos indígenas locales estén protegidos, piden dos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas.
El área, conocida como Lote o Bloque 192, se encuentra situada en la remota región norteña de Loreto en la selva amazónica peruana, cerca de la frontera con Ecuador. Actualmente se negocia un contrato de licencia para la extracción de petróleo durante 30 años.
Los Relatores Especiales sobre sustancias y desechos peligrosos, Baskut Tuncak, y sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, señalaron que este llamamiento responde a los “esfuerzos manifiestamente inadecuados” para proporcionar compensación por los vastos derrames de crudo ocurridos en la región en el pasado.
“Los derrames de petróleo continúan afectando negativamente los derechos de los pueblos indígenas y el actual proceso de negociación no reconoce suficientemente el derecho al consentimiento libre, previo e informado de estos pueblos”, indicaron los expertos.
“El Gobierno peruano debe suspender las negociaciones directas con las empresas hasta que se garantice el derecho al consentimiento libre, previo e informado y se hayan subsanado todos los daños ambientales”, recalcaron.
“Tal como ya hemos indicado, el Perú debe proteger y respetar los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos, así como a la consulta, de conformidad con las normas internacionales pertinentes”, dijeron.
Los pueblos indígenas han exigido durante años medidas como la titulación de tierras, el pago por el uso de la tierra, la restauración del suelo y el agua, una compensación adecuada por los daños ambientales y un proceso de consulta.
“El Gobierno tiene la obligación de respetar, proteger y cumplir los derechos de las poblaciones en la región, así como de responsabilizar a las empresas por cualquier violación de los derechos humanos que hayan cometido, antes de volver a conceder una nueva licencia para la explotación de las tierras”, subrayaron los expertos.
El bloque 192, conocido previamente como Bloque 1 A/B, tiene un largo historial de contaminación, emergencias ambientales y conflictos. Los oleoductos viejos y corroídos han sufrido repetidas rupturas en los últimos años, contaminando con sustancias tóxicas fuentes de agua y alimentos. En años recientes, protestas de las comunidades indígenas han interrumpido en numerosas ocasiones las actividades de perforación.
La empresa estatal Petroperú está negociando un nuevo contrato conjuntamente con Perupetro, otra empresa estatal responsable de la producción. La compañía argentina Pluspetrol se retiró del lugar en 2015 y un contrato temporal fue otorgado a la compañía canadiense Pacific Stratus Energy.
El Relator Especial de la ONU sobre sustancias y desechos peligrosos tenía previsto visitar el país en mayo de 2017 a invitación del Gobierno, pero la visita se pospuso debido a una situación de emergencia por inundaciones.
“Espero visitar el Perú tan pronto como sea posible acordar una fecha idónea con el Gobierno”, declaró.
“Una visita constituiría una excelente oportunidad para seguir colaborando de forma constructiva con las autoridades pertinentes. Estoy preparado para apoyar los esfuerzos del Gobierno con el fin de abordar las preocupaciones de la comunidad”, concluyó el Sr. Tuncak.
El Sr. Baskut Tuncak, Relator Especial sobre las obligaciones de derechos humanos relacionadas con la gestión y eliminación ecológicamente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos, y la Sra. Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, forman parte de los ‘Procedimientos Especiales’, el mayor órgano de expertos independientes en el sistema de la ONU para los Derechos Humanos, que reúne a los mecanismos de investigación y monitoreo establecidos por el Consejo de Derechos Humanos para hacer frente a situaciones concretas en países o a cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de manera voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y actúan a título individual.
Peru must halt oil talks until indigenous rights and contamination are taken into account – UN experts
GENEVA (13 July 2017) – Peru must suspend negotiations for a new contract to exploit one of the country’s most productive oil areas until the rights of local indigenous peoples are protected, two United Nations human rights experts have said.
The area, known as Lot or Block 192, lies in a remote section of the Amazon rainforest in Peru’s Loreto region, near the border with Ecuador. A 30-year contract for future extraction rights is under negotiation.
The Special Rapporteurs on hazardous substances and wastes, Baskut Tuncak, and on the rights of indigenous peoples, Victoria Tauli-Corpuz, said they are making the call in the light of “grossly inadequate efforts” to provide remedies for previous widespread oil spills in the region.
“The oil spills continue to adversely impact the rights of indigenous peoples, and the ongoing negotiating process does not give sufficient recognition of their right to free, prior and informed consent,” noted the Special Rapporteurs.
“The Peruvian Government must suspend the direct negotiations with companies until the right to free, prior and informed consent is guaranteed, and all environmental damage has been remedied,” they said.
“As we have emphasized in the past, Peru must protect and respect the rights of indigenous peoples to their land, territories and resources, as well as to consultation in accordance with relevant international standards,” the experts reiterated.
Indigenous people have for years demanded measures such as land titling, payment for the use of land, restoration of soil and water, adequate compensation for environmental damage and consultation.
“The Government has an obligation to respect, protect and fulfil the rights of the people in the region, and to hold the companies accountable for any failure to respect human rights, before re-licensing the land,” the experts stressed.
Block 192, formerly known as Block 1 A/B, has a long history of contamination, environmental emergencies and conflict. Decades-old, corroded pipelines have repeatedly ruptured in recent years, contaminating water and food sources with toxic substances. Protests by indigenous communities have disrupted drilling activities several times in recent years.
The state-owned company Petroperú is negotiating a new contract in conjunction with Perupetro, another state company responsible for production. Argentine firm Pluspetrol withdrew from the site in 2015, and a temporary contract was given to Canadian firm Pacific Stratus Energy.
The UN Special Rapporteur on hazardous substances and wastes was scheduled to visit Peru in May 2017 at the invitation of the Government, but the visit was postponed because of a flooding emergency.
“I hope to visit Peru as soon as an appropriate time can be agreed by the Government,” he said.
“A visit would be an excellent opportunity to continue to engage constructively with the relevant authorities. I stand ready to support the Government’s efforts to address community concerns,” Mr. Tuncak concluded.
Mr. Baskut Tuncak, Special Rapporteur on the implications for human rights of the environmentally sound management and disposal of hazardous substances and wastes and Ms. Victoria Tauli-Corpuz, Special Rapporteur on the rights of indigenous peoples are part of what is known as the Special Procedures of the Human Rights Council. Special Procedures, the largest body of independent experts in the UN Human Rights system, is the general name of the Council’s independent fact-finding and monitoring mechanisms. Special Procedures mandate-holders are independent human rights experts appointed by the Human Rights Council to address either specific country situations or thematic issues in all parts of the world. They are not UN staff and are independent from any government or organization. They serve in their individual capacity and do not receive a salary for their work.